Un Baile de Máscaras
Título original: Un Ballo In Maschera
Ópera en tres actos de Giuseppe Verdi
Libreto de Antonio Somma, según el libreto de Eugème Scribe
Versión original en italiano con sobretitulos en español (opcional)
Ficha artística
Dirección musical: Dominique Rouits, Constantin Rouits
Dirección artística: Luis Miguel Lainz
Vestuario : Sartoria Arrigo (Milán – Italia)
Pelucas : Mario Audello (Turín – Italia)
Solistas, Coros y Orquesta de Opera 2001
RICCARDO, tenor
David BAÑOS, Stoyan DASKALOV, Max JOTA
RENATO, baritono
Giulio BOSCHETTI, Arturo PASTOR, Paolo RUGGIERO
AMELIA, soprano
Luciana DISTANTE, Melanie MOUSSAY
ULRICA, mezzo-soprano
Liliana MATTEI, Roberta MATTELLI
OSCAR, soprano
Francesca BRUNI, Gabrielle PHILIPONET, Pauline ROUILLARD
SILVANO, baritono
Angel SPASOV
SAML, bajo
Nikolay BACHEV
TOM, bajo
Tihomir ANDROLOV
* Esta relación pudiera sufrir cambios el día de la representación, no previstos en el momento de imprimir esta información.
Presentación de la obra
Celos, venganza, amor y muerte se entremezclan en esta obra de Verdi ambientada en el asesinato del Rey Gustavo III de Suecia, quien halló la muerte tras un baile de macaras. Él es un conflictivo monarca que se encapricha de la hermosa Amelia, haciendola a esta su objeto de deseo. Pero ella esta casada con un hombre celoso y desconfiado quien no dudará en encarar al monarca para conservarla a su lado.
Sinopsis
En Boston y sus alrededores, a finales del siglo XVII…
Acto I
Una sala de recepción en el Palacio del Gobernador.Todo el mundo espera a Ricardo, Conde de Warwick, el Gobernador.
Ricardo, el Gobernador, da una audiencia. Entre los nombres de los inivitados que le comunica su paje Oscar, lee con placer el de Amelia, esposa de su secretario y amigo, Renato. Sueña tristemente con ella ya que la ama. Sale todo el mundo. Oscar en el umbral se cruza con Renato.
Renato advierte a Ricardo que un complot se prepara contra él. Ricardo rehusa escuchar los nombres de los conspiradores. Oscar entra y anuncia el primer juez. Este último somete unos documentos a la firma de Ricardo, entre ellos se encuentra una orden de destierro para una vieja echadora de la buenaventura, Ulrica. Oscar suplica en su favor.
Ricardo hace entrar a todo el mundo para hacerles pratícipes de su decisión. Irá a ver a Ulrica bajo un disfraz cualquiera para juzgar sus poderes. Pide a los presentes reunirse a las tres horas en casa de Ulrica.
Renato inquieto, se promete estar vigilante, mientras que los conspiradores esperan la situación propicia para su venganza.
En la cueva de la adivina. Las gentes del pueblo esperan.
Ricardo llega disfrazado de pescador. La muchedumbre le empuja. Llega Silvano. Quiere saber qué suerte le espera. Ulrica le coge la mano « alégrate, en lo sucesivo tendrás rango y fortuna ». Ricardo escribe en una bolsa que desliza en el bolsillo del marino (Silvano). Queriendo agradecer a la vidente este feliz presagio, Silvano busca en su bolsillo, y descubre la bolsa ¡Viva ! La gente se maravilla.
Se oye llamar a la puerta secreta Un sirviente anuncia a su señora : Amelia. Ulrica hace salir a todos los reunidos. Ricardo se esconde. Amelia entra, viene a suplicar a la anciana que la libere del amor culpable que siente por Ricardo. La adivina le aconseja una hierba, pero deberá cogerla ella misma al pié del patíbulo a medianoche. ¿Tendrá valor Amelia ?. Sí, si debo hacerlo, hallaré fuerzas. Ricardo se propone seguirla. Amelia se marcha.
Llega Ricardo y todos los que le acompañan.
Ricardo se presenta a su turno. Ulrica, espantada por lo que ha leído en su mano rehusa hablar. « Yo te lo ordeno ». Predice que morirá de la mano de un amigo. Alrededor de él murmullos : ellos han sido descubiertos.
Ulrica a su petición, precisa que el asesino será aquél que le estreche la mano en primer lugar. Renato entra y le estrecha la mano. Ricardo se rie de la coincidencia. Ulrica insiste : entre ellos hay un traidor. Ricardo no quiere escuchar más. Silvano entra y pide a todos que hagan los honores al Gobernador.
Acto II
Medianoche al pie del patíbulo, lugar siniestro y solitario.
Amelia espantada se aproxima. Ricardo se reúne con ella por sorpresa. La convence de decir : « Bien, sí, yo te amo »… Ricardo rebosa de alegria. Ruido de pasos. Amelia baja su velo. Ricardo avanza unos pasos. Es Renato.
Los conjurados se aproximan y estará pronto allí para cometer su crimen. Renato ha llegado para salvar a su amigo. Ricardo no puede deicidirse a abandonar a su bien amada. Ella amenaza con revelar quién es. Se ve obligado a ceder ; la confía a su amigo Renato, haciéndole prometer que no intentará averiguar quién es. Renato lo promete. El mismo tomará otro camino. Renato y su protegida caen en manos de los conjurados. Ellos quieren descubrir a la misteriosa desconocida. Renato se opone a ello. Para salvar a su esposo de un combate desigual, Amelia se interpone y deja caer su velo. Renato descubre a su esposa. Preso de viva cólera, pide al jefe de la banda reunirse en su casa al día siguiente.
Acto III
En el despacho de trabajo de Renato.
Renato quiere vengarse matando a su mujer. Ella no rehusa a convencerle de su inocencia. Entonces ella implora « …consiente al menos que sobre mi corazón, abraze a mi único hijo. »
Conmovido, renuncia a su gesto. No es con ella con la que debe vengarse, sino con él, el traidor.
Llegan Samuel y Tom, los conspiradores. Renato les prueba que ya conoce su complot y quiere unirse a ellos : »Permitidme que sea yo quién le mate ». Los otros dos insisten. La suerte decidirá.Renato coge una vasija y la pone sobre la mesa. Samuel escribe los tres nombres en tres papeles y los mete en la vasija. Amelia enta. Ella anuncia la llegada de Oscar. Renato decide hacerle esperar y ordena a Amelia que saque un papel. Es Renato al que le destino designa. El se alegra. Hace entonces entrar al mensajero. Oscar invita a Amellia y a su esposo a un baile de carnaval que tendrá lugar esa misma tarde. Amelia rehusa, pero Renato después de asegurarse de la presencia de Ricardo allí, acepta por los dos. Samuel y Tom estarán allí también : « una venganza enmascarada, justo lo que necesitamos. »
En el palacio del Conde
Ricardo, solo, relee la carta por la que envía a Renato y Amelia a Inglaterra. El está apenado de alejar así a la mujer que ama, pero es su deber. Oscar le trae el mensaje de una desconocida. Ricardo así conoce que se va atentar contra su vida. El descuida el mensaje, feliz con la idea de que va a volver a ver a Amelia.
Durante el baile.
Renato y sus cómplices se desesperan. Ricardo no llega. Ellos se separan para no levantar sospechas ya que un enmascarado persigue a Renato. Renato es reconocido. El arranca la máscara del desconocido. Es Oscar. Renato acierta a saber que el Conde está allí y bajo el disfraz que se esconde. Amelia por su lado, reconoce al hombre que ama. Ella le suplica que se vaya. El rehusa. Ellos se confiesan su amor. Para salvarla,, él anuncia que al día siguiente partirá con su esposo hacia su país natal, Inglaterra. El se despide. Renato surge y le atraviesa. Ricardo se derrumba. Todo el mundo acude.Se arranca la máscara del asesino. Es Renato. La muchedumbre grita « muerte al traidor ». Pero Ricardo aún tiene la fuerza de intervenir. El jura a Renato que su mujer no es culpable. El renueva el decreto que debe enviarles a los dos a Inglaterra. Renato comprende su error : «¡ Cielos, qué he hecho ! »… Ricardo perdona a todos. El muere en un último grito de despedida.